Mesoamérica y los Andes Centrales comparten el privilegio de haber sido, en los albores de la humanidad, tierra fértil para el desarrollo de numerosas y muy influyentes civilizaciones y culturas. A ellos se les suma Mesopotamia, Egipto, El Valle del Indo y China. En estos lugares, hace más de cuatro mil o cinco mil años, el poder transformador del ser humano comenzó a ganar altura.
El problema con la información contenida en este curioso código de nudos es que en la actualidad nadie sabe “leerlos”. ¿Qué tanto dirán estos quipus?
El problema con la información contenida en este curioso código de nudos es que en la actualidad nadie sabe “leerlos”. ¿Qué tanto dirán estos quipus?
El quipu numérico
Existen ciertas claves para desentrañar el misterio. El quipu más antiguo se encontró en la ciudad sagrada de Caral la ciudad sagrada de Caral. La conclusión a la que han llegado los arqueólogos que estudian la zona, es que esta ciudad fue un importante centro comercial. Y los cronistas españoles y nativos como Felipe Huamán Poma de Ayala mencionan que una de las funciones de los quipus era la de llevar la contabilidad.
El sistema numérico utilizado en los quipus es el decimal. Los tipos y la posición de los nudos indican el valor de la cuerda donde se encuentran. Varias de estas cuerdas cuelgan de la principal conformando propiamente un quipu.
El quipu fue un instrumento útil para registrar la producción de los ayllus, nombre que recibían las comunidades andinas, de las tierras del clero, del Estado y posteriormente de los incas. Cabe aclarar que con el quipu no se realizaban operaciones matemáticas, pues para eso estaba la yupana: unas cuadrículas que se dibujaban sobre la tierra y donde se hacían las sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, a manera de un ábaco.
El antropólogo estadounidense Gary Urton viene estudiando a los quipus desde 1970. Primero en la Colgate University y, desde 2002, en Harvard, lugar donde maneja la primera base datos digitalizada de quipus.
Apoyado por el trabajo de la matemática y especialista en textiles, Carrie Brezine ha analizado veintiún quipus provenientes de las ruinas de Puruchuco, en Lima. Estos quipus se encontraban al interior de una vasija enterrada en la habitación de un quipucamayoc, nombre dado a los responsables de anudar, interpretar, transmitir y cuidar la información guardada en estos quipus. Por lo pronto, estos científicos han logrado identificar que cada quipu tiene un nudo que indica su lugar de procedencia.
En busca del quipu perdido
Existen ciertas claves para desentrañar el misterio. El quipu más antiguo se encontró en la ciudad sagrada de Caral la ciudad sagrada de Caral. La conclusión a la que han llegado los arqueólogos que estudian la zona, es que esta ciudad fue un importante centro comercial. Y los cronistas españoles y nativos como Felipe Huamán Poma de Ayala mencionan que una de las funciones de los quipus era la de llevar la contabilidad.
El sistema numérico utilizado en los quipus es el decimal. Los tipos y la posición de los nudos indican el valor de la cuerda donde se encuentran. Varias de estas cuerdas cuelgan de la principal conformando propiamente un quipu.
El quipu fue un instrumento útil para registrar la producción de los ayllus, nombre que recibían las comunidades andinas, de las tierras del clero, del Estado y posteriormente de los incas. Cabe aclarar que con el quipu no se realizaban operaciones matemáticas, pues para eso estaba la yupana: unas cuadrículas que se dibujaban sobre la tierra y donde se hacían las sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, a manera de un ábaco.
El antropólogo estadounidense Gary Urton viene estudiando a los quipus desde 1970. Primero en la Colgate University y, desde 2002, en Harvard, lugar donde maneja la primera base datos digitalizada de quipus.
Apoyado por el trabajo de la matemática y especialista en textiles, Carrie Brezine ha analizado veintiún quipus provenientes de las ruinas de Puruchuco, en Lima. Estos quipus se encontraban al interior de una vasija enterrada en la habitación de un quipucamayoc, nombre dado a los responsables de anudar, interpretar, transmitir y cuidar la información guardada en estos quipus. Por lo pronto, estos científicos han logrado identificar que cada quipu tiene un nudo que indica su lugar de procedencia.
En busca del quipu perdido
Existen numerosas evidencias de que los quipu no sólo servían para la contabilidad. En las crónicas y los juicios de la época colonial, así como republicanos, se mencionan casos donde los quipucamayocs asistían a dar informes o a testificar portando en sus manos sus quipus. La filósofa peruana María Luisa Rivara de Tuesta estudió todos estos testimonios y concluyó: “hubo khipu históricos, de leyes y ordenanzas, de ritos y ceremonias, y numéricos”.
El problema es que no se sabe cómo “leerlos”. ¿Habrá que asociar los nudos con palabras, como en la escritura? Esa es una teoría. La otra opción dice que los quipu no son fonéticos , y que incluso personas con distintas lenguas, como el quechua y aimara, por ejemplo, podían interpretarlos o decodificarlos gracias a la existencia de “un sistema de signos permanentes y convencionalizados, sin pasar por un código lingüístico”.
El esfuerzo de los investigadores está centrado en ubicar quipus que puedan correlacionarse con textos escritos. En la actualidad existen proyectos en esa dirección, como señala la investigadora del Instituto de Estudios Peruanos y docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lydia Fossa en “Los khipu: El estado de la cuestión”.
Hay miles de quipus repartidos por el mundo. Pedazos de historia andina que se encuentran en ciudades como Berlín o Nueva York, encerradas en colecciones particulares, museos y muchísimos quipus resguardados por las autoridades de las comunidades nativas. Todavía hay mucho que desenredar para saber cómo se organizó la humanidad en esta cuna de la civilización ubicada en los Andes Centrales.
FUENTE: http://www.sepiensa.org/
2 comentarios:
lindo el trabajo profe. pero por la chu.... que me costo hacer los nuditos
que lindo, cpmpletamente fome la cuestion
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